Pensé que quedaba en ti
un poco de empatía,
un poco de bondad.
Me equivoco mucho contigo,
Tengo tantas ganas de decirte que te quiero,
pero mucho de mi orgullo te llevaste ya.
¿Cómo hacer ahora para ser sincera?
Sé que ahora vivo con miedo a la verdad.
Te quiero,
y a veces pienso que es más dañina tu amistad,
que las noches frías de soledad
a las que acude constante tu recuerdo.
¿Me quieres?
¿Me quisiste?
Algunas veces me faltan tus besos.Ya no.
A veces quisiera
no haberme encontrado contigo nunca,
a veces extraño tus brazos cálidos
y tus besos en la frente,
a menudo recuerdo tus caricias
y la ternura de tus manos,
pero veo también
la distancia que se ha formado.
Extraño la persona
que conocí en Enero de hace dos años
y que me hizo sentir
que había encontrado mi sitio.
Siempre pensé que el amor debía ser intenso,
que el drama era parte del amor "del bueno",
que los celos, los gritos y las lágrimas
eran parte de lo que daba "sabor" al amor.
Me tragué el cuento de que el amor dolía
y no me sorprendió cuando dolió,
y me dejé lastimar hasta que ya no fui yo misma,
pero le conocí a él,
y pensé que no merecía menos,
pero no pensé merecer más,
y el dolor volvió...
Lloré por las noches
y pedí consideración
pero lo único que conseguí
fue una traición.