Tristes rosas,
que fueron causa de desdicha,
que no adornaron, que no besaron,
ni alegría provocaron.
Tristes rosas deshojaron
desamor, lágrimas, y enfado.
Tristes rosas que quedaron
marchitas en el corazón,
en la memoria,
y en un jarro,
esperando a que las lleven,
y nunca las llevaron.