domingo, 23 de febrero de 2014

Nada he sido-Ileana Elizabeth Hernández Chávez

Me duele y me da miedo
me duele que seas así,
así de increíble, de ensueño,
porque te siento inalcanzable,
como si para llegar a ti
fuera insuficiente lo más alto.

Me da miedo que me hayas mirado,
tan pequeña, tan vacía,
tan incapaz y no sobresaliente,
porque si pudiste mirar la nada,
puedes mirar a las migajas,
y que yo son más grandes las migajas.

Cuánto más si te encuentras con una tarta,
decorada, deliciosa y misteriosa,
me quedaré entonces mirando
y en silencio sollozando por tu partir,
pero nada he de hacer,
nada hacer porque nada he sido.

Locuras de estos días

Estoy loca.
Eso ya lo sabías... Pero las cosas han cambiado un poco, ya no es sólo mi naturaleza, algo me ha alterado, no sé si para bien o para mal...
Termino entrando a un mundo que no conozco, que empiezo a explorar, pero que de lo poco que he explorado me terminé por enamorar.
Es como ir a oscuras, de repente tropiezo y se hiere mi rodilla, sangra con alboroto pero me levanto, palpo las paredes, falsas guías, y me encuentro con la salida, una puerta que me lleva a la luz, al mundo, afuera. Pero prefiero la ceguera, vuelvo a mi extraño mundo de oscuridad, huyendo del ruido.estridente de la realidad.

Mi tiempo es tuyo-Ileana Elizabeth Hernández Chávez

Te gusta salir a pasear,
comer una pizza y tomar un café,
pero te gusta sólo si es con alguien más,
si es con cualquiera, menos conmigo.

Visitas a mucha gente
y a mí me haces esperar
mucho tiempo, no un momento
o simplemente dices que no vendrás.

¿Qué hago entonces sino llorar?
Llorar porque me duele no tenerte,
no tenerte pero que tú me tengas,
y que mi tiempo sea tuyo,
tuyo únicamente.