A veces me sorprendo
teniendo nuevamente miedo
a toparme con alguien
que no pueda lidiar
con mis sentimientos intensos.
Tengo ganas de amar
locamente y sin detenimiento,
de dar besos y abrazos
cada vez que nos vemos,
e incluso a la distancia
sentir el abrazo en las mañanas
y que se nos desborden
los te quieros,
pero tengo miedo,
a entregar este amor inmenso
y nuevamente me respondan
con migajas de cariños
que no son lo que
merezco.
Me he dado cuenta
que mi amor
es como el océano:
tan profundo, gigantesco,
que ya no me sorprende
que algunos le tengan miedo.
Pero entonces me pregunto
¿Habrá algún momento
en que la mar se cruce
con el cielo?