lunes, 17 de septiembre de 2012

Locuras - Ileana Elizabeth Hernández Chávez

No es un hola, no es un adiós,
es sólo que las palabras
que en momentos te traicionan
vuelven a la vida en forma de sollozos
que van y vienen, que vienen y van,
y al final nunca regresan
a un mismo y exacto lugar.

Un día sonríes, otro lloras,
un día cantas, otro meditas,
y toda reflexión pretende
esconder soledades y tristezas,
pero se delatan en palabras
que no salen de la boca,
pero sí de la cabeza.

Y cantas, ríes, lloras, bailas,
brincas, escribes, te enojas,
y cuando menos te das cuenta
vuelves a sonreír.
Y qué tonto te sientes
al bailar después del llanto.
al bajar nubes del cielo,
de tu felicidad.